La Cámara de Diputados aprobó días atrás un proyecto de ley por el cual se propone modificar el huso horario de la Argentina. Actualmente el país se encuentra en UTC-3, pero la iniciativa impulsada por el diputado mendocino Julio Cobos busca que se pase a UTC-4. El debate ahora será definido por el Senado.
El huso horario es una convención que unifica la hora en zonas geográficas para fines civiles, comerciales y legales. Por su ubicación, Argentina debería estar en el huso -4, aunque en 2009 se decidió que se mantuviera de manera definitiva en -3.
La mayoría de los expertos en geografía y cronobiología consideran que volver al huso -4 sería lo “natural” respecto a los horarios de salida y puesta del Sol. Incluso, en zonas cordilleranas se analiza que podría convenir el UTC-5.
Sin embargo, existen voces críticas desde la medicina del sueño. El especialista Facundo Nogueira advirtió que el cambio podría provocar “una catarata de gente con insomnio” debido a la mayor exposición a la luz solar en horarios atípicos.– Publicidad –
Nogueira explicó que en julio el Sol sale a las 8.02 en Buenos Aires, 8.39 en Mendoza y 9.47 en El Calafate. Si se atrasa una hora el huso, los amaneceres serían aún más tardíos en invierno.
En verano, la situación se invierte: “En Buenos Aires amanece a las 5.45, si corremos el huso horario va a amanecer a las 4.45. La gente se va a levantar a las 6 con el Sol entrando por la ventana. No entiendo cuál es el beneficio de que a esa hora sea de día”, afirmó.
También alertó sobre la reducción de horas útiles de luz en la tarde. “En esta época el Sol se oculta en Buenos Aires a las 17.54. Si cambiamos el huso horario, será a las 17. Y en verano, a las 19. ¿En qué momento vamos a exponernos al sol para obtener vitamina D y hacer deporte?”, cuestionó.
Una discusión abierta
El proyecto suma apoyos técnicos que plantean la conveniencia de adecuar el horario a la posición geográfica del país, pero también acumula cuestionamientos médicos y sociales por el impacto en la salud y la vida diaria. La decisión ahora queda en manos del Senado, que deberá definir si la Argentina modifica su horario oficial después de 15 años de permanencia en UTC-3.