Los equipos de rescate prosiguieron este domingo una búsqueda contra reloj de las decenas de desaparecidos por las inundaciones en Texas, en el sur de Estados Unidos, que hasta el momento han causado 78 muertos. Brigadas de ciudadanos se unieron a las autoridades para buscar a los desaparecidos, entre estos 11 niñas de un grupo cristiano que acampaban a la orilla del río Guadalupe.
En el campamento del condado de Kerr se podían ver el domingo mantas, osos de peluche y otras pertenencias de las niñas recubiertas de barro. La fuerza de la corriente destrozó las ventanas de las cabañas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, indicó que en el campamento Mystic había unas 750 menores cuando se desbordó el río. Quedó «devastado de una forma que no había visto en ningún desastre natural», declaró. «La altura a la que el agua corría llegó a la parte superior de las cabañas», explicó Abbott en la red social X tras visitar la zona. «No pararemos hasta encontrar a todas las niñas», añadió.
El vicegobernador del estado, Dan Patrick, alertó que las lluvias que arreciaron el domingo causarán más inundaciones.
Mientras tanto el número de fallecidos no para de crecer. «Lamentablemente, esperamos que la cifra aumente», declaró Patrick a Fox News Sunday. Las autoridades informaron que hasta el momento hay 68 muertos.
Patrick relató que un trabajador del campamento Mystic se enfrentó a la corriente para romper una ventana de una cabaña y permitir que un grupo de niñas pudiera salir y no morir ahogadas. Para salvarse, «las niñas nadaron durante 10 o 15 minutos. ¿Se imaginan, en la oscuridad y con las aguas revueltas y los árboles pasando a su lado y las rocas cayendo encima?», describió.
En un reporte anterior, los encargados de las tareas de búsqueda informaron que 27 niñas del campamento estaban desaparecidas, pero Dalton Rice, funcionario del municipio de Kerrville, donde está el campamento Mystic, rebajó el domingo esa cifra a 11.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó el domingo una declaración de catástrofe grave que permite la liberación de recursos federales para el estado de Texas.
«Esta es una catástrofe no vista en 100 años y es simplemente tan horrible de ver» en Texas, que visitará «probablemente» el viernes, contó horas después Trump a periodistas