Este 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas de Edad, es una celebración anual que se lleva a cabo desde 1991, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1990. Son adultos mayores de entre 65 y 86 años que colaboran en el banco de alimentos Buenos Aires y dedican parte de su tiempo a ayudar a quienes más lo necesitan
Actualmente el Banco de Alimentos de Buenos Aires cuenta con un voluntariado estable integrado por 450 personas. El 18% de ellos son 80 adultos mayores.
El Banco recibe cada semana a grupos de adultos mayores que brindan su tiempo en ayudar personas que lo necesitan. Tienen entre 65 y más de 80 años y participan en la clasificación de alimentos, en tareas administrativas, en la organización de eventos y también visitan a otras organizaciones sociales.
En el Banco de Alimentos de Buenos Aires sucede algo muy particular: cada mes, chicas y chicos de distintos colegios se suman como voluntarios para clasificar alimentos que luego se distribuyen a otros chicos, ayudándolos a crecer y educarse con una mejor alimentación.
Desde sus inicios ha recibido el apoyo de adultos mayores en el trabajo voluntario y ha sido testigo de cómo han compartido sus tareas de clasificación de alimentos, muchos de ellos concurrían acompañados por sus nietos transmitiéndoles el valor de la solidaridad y el compromiso con los más necesitados.
El Director General del Banco de Alimentos, Fernando Uranga se refirió a este día: “Se conmemora el día internacional de las personas mayores y para nosotros es muy importante hacer hincapié en el aporte que realizan en el Banco de Alimentos. Generalmente se cree que las personas mayores son las que deben recibir ayuda. Pero los más de 80 voluntarias y voluntarios que brindan su experiencia, sus vivencias y su gran solidaridad, nos enseñan cada jornada la inmensa capacidad que tienen.Todas las semanas participan, junto a grupos de chicas y chicos de colegios que se suman al voluntariado, en la clasificación de alimentos, que no solo llegan a niños, sino también a otros adultos mayores que los reciben con mucha alegría. Este encuentro intergeneracional, donde se ayudan mutuamente, es una experiencia profundamente transformadora para nuestra institución”.

Testimonios:
Víctor Mohadeb, 86 años: «Soy voluntario desde hace 7 años. Disfrutamos mucho, hacemos del trabajo un disfrute. Al punto de que cuando no venimos, nos falta algo. Buscamos canciones para cantar mientras trabajamos. Es convertir un trabajo en algo muy hermoso, haciendo algo valioso, que aporta», reseñó.
Y agregó: Cuando falleció mi mujer hace 20 años, me sentía perdido los dos primeros años. Entonces me acerqué al hospital de Clínicas y ahí trabajé durante 5 años, luego en una Fundación, más tarde 2 años en un hospital de San Isidro. Y al tiempo llegué al Banco de Alimentos Buenos Aires y pedí que me enseñaran el trabajo. El Banco es un lugar donde hay mucho cariño y eso nos ayuda a trabajar mucho mejor».
Liliana Rodríguez, 72 años: «Ayudar a quien lo necesita, comunicar y ayudar. Al salir de acá me siento un poco cansada y llena de satisfacción por ser a la vez útil y ayudar aseveró y señala a reglón seguido: «Vivo cerca y veía cómo se construía el Banco de Alimentos. Cuando se abrió la convocatoria de voluntarios en vacaciones de invierno, dije: ¡voy! Y estoy trabajando como voluntaria hace 1 año y medio, vengo 3 veces por semana. Animo a otra gente a que lo haga para estar en movimiento, dar y sentir que estás viva. Además, se generan vínculos porque nos une la misma iniciativa».
Clara Auguste, 74 años: «Soy arquitecta y cuando me jubilé comencé a ayudar a un grupo de abuelitos que tienen una agrupación que hace juguetes y ellos me dijeron que me sume al Banco, hace 10 años. El Banco nos propuso hacer el taller de juguetes porque decía que para jugar hay que comer.. entonces daban comida y juguetes. Dirigí el taller de juguetes, venía todo el día y nos hicimos un grupo re lindo. Como nos gusta lo que hacemos, colaborar, ayudar, una vez que empecé, no lo quise largar más».
Anabella Blanco, responsable de RRHH y Voluntariado de Banco de Alimentos de Buenos Aires, comentó que: “El Banco es un espacio de puertas abiertas donde toda persona que quiera sumarse a colaborar siempre es bienvenida. Así llegaron los voluntarios de la tercera edad, cuando sintieron que querían transformar su tiempo en ayuda. Con el paso de los años, se fueron formando grupos de amistad que aún perduran, y algunos de ellos colaboran con nosotros desde hace más de 10 años»}
«La propuesta central – señaló- del voluntariado es contribuir a la clasificación de alimentos y productos de higiene y limpieza, garantizando que lleguen en óptimas condiciones a quienes más lo necesitan. En esa tarea existe la oportunidad no solo cubrir una necesidad concreta de la organización, sino también generar un espacio de encuentro. Es por ello, que se empezó a organizar jornadas de clasificación con pequeños grupos, y con el tiempo la propuesta fue creciendo hasta convertirse en el corazón del voluntariado en el Banco».
Voluntariado
Actualmente, el Banco cuenta con 450 voluntarios activos, de los cuales 80 son adultos mayores es decir, un 18%.
La mayoría llega por recomendación de pares ya vinculados, aunque también se realizan convocatorias a través de las redes sociales instagram @ bdalientos, canales de difusión y eventos
Además de la clasificación, los voluntarios pueden donar su tiempo en distintas áreas administrativas, recepción de organizaciones sociales, participación en eventos, decoración, fotografía, entre otras.
Las oportunidades son inmensas, así como las ganas de quién quiere colaborar ya sea de forma temporal o permanente, señalan desde la organización.

Por su parte, Mariana kesselman, psicóloga, máster en gerontología social por la UAM ( España), coordinadora del Centro Kesselman expresó que “la Organización Mundial de la Salud define el envejecimiento activo como el proceso de optimizar las oportunidades para la salud, la participación y la seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. Se trata de un enfoque integral que abarca la salud física, mental y social, y el voluntariado está considerado como una herramienta clave para el envejecimiento activo y saludable»
«Esta actividad-prosiguió- contribuye a la salud física y mental, combatiendo el aislamiento y la depresión. El trabajo social preserva y mejora las capacidades cognitivas y sociales. Al compartir experiencia y conocimiento, los adultos mayores se sienten reconocidos y valorados. Fomenta el sentido de pertenencia y la conexión intergeneracional. Por otra parte, el voluntariado es un trabajo no remunerado, cuyo valor, radica en contribuir a un mundo mejor, promoviendo la solidaridad y sosteniendo causas que tienen sentido, y este sentido, es un organizador fundamental, tanto para los adultos mayores, en una etapa marcada por las pérdidas, como para la sociedad en general.»
Y subrayó: «Sostener el sentido, una misión fundamental de nuestros viejos, como legado a los jóvenes que los miran arribando a la punta de la vida con la antorcha de la vitalidad. Son fundamentales para la Futurabilidad, un concepto de Franco Berarde, que encuentra en los viejos activos una fuerza proyectiva fundamental para todos”.

Sobre el Banco de Alimentos Buenos Aires:
El Banco de Alimentos Buenos Aires (BA) es una organización sin fines de lucro que desde hace 24 años contribuye a reducir el hambre, mejorar la nutrición, coordinar el rescate de alimentos. Bajo el lema “Menos Hambre Más Futuro” busca ser un puente entre los que sufren hambre y aquellos que desean colaborar, para ello se solicitan donaciones de alimentos aptos para el consumo, a fin de almacenarlos, clasificarlos y distribuirlos entre comedores y organizaciones ubicados en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. De esta manera, colabora con la alimentación de más de 360.000 personas por día.
El BA apoya en su alimentación a niñas, niños y adolescentes que concurren a los comedores y merenderos del conurbano bonaerense y de la ciudad de Buenos Aires. Para continuar con esta importante tarea el Banco convoca a toda la comunidad a sumarse.
Con la clara misión de “ayudar al que sufre hambre”, el BA viene trabajando en forma ininterrumpida gracias a la colaboración de muchos actores sociales que forman parte de esta gran cadena solidaria: empresas donantes de alimentos y productos, voluntarios, donantes de fondos, y sobre todo –comedores, merenderos, centros comunitarios- que hacen el trabajo más importante: el de atender a los cientos de miles de niñas, niños y adolescentes que no tienen un plato de comida asegurado y que necesitan de estos espacios para poder comer. Su centro de distribución está ubicado en Benavídez, partido de Tigre. Pra más información ingresar a: www.bancodealimentos.org.ar
Contacto para quienes sumarse a esta noble iniciativa: IG: @bdalimentos o bie al Wapp: 54911 2406-9546