Los padres de Héber Camacho confirmaron que autoridades policiales les confirmaron el hallazgo del cadáver del joven de 31 años al que buscaban desde el pasado sábado, cuando viajó a Buenos Aires y anunció que estaba regresando a Mar del Plata.
Desde entonces, ya sin contacto ya que no contestaba los mensajes desde su teléfono celular, lo buscaron en las rutas, en terminal de ómnibus e incluso en Tandil, desde donde llegaron datos sobre su posible presencia a partir de advertir testigos a una persona con sus características física.
La información da cuenta del hallazgo del cuerpo en la zona de Brandsen, provincia de Buenos Aires, por lo que se considera que pudo haber bajado de un ómnibus a mitad de camino o haber llegado hasta ahí por propios medios. Esos datos son todavía motivo de investigación. En principio la hipótesis principal es que se trata de un caso de suicidio.
“Él estaba muy raro desde que comenzó un curso de coaching”, dijeron los padres a Canal 8, donde además destacaron que era un joven que trabajaba y estudiaba de manera continua, que había aprendido electricidad y ahora estaba experimentando esta otra vertiente de formación.
Al respecto citan que el viaje a Buenos Aires habría estado relacionado con la posibilidad de tener un contacto con una coach, a la que intentó visitar pero no lo recibió. “Era un pibe sano, el último tiempo con problemas emocionales y fue al psicólogo varias veces”, confirmó el papá.
Dieron algunos detalles sobre cómo habría sido la muerte y consideraron que no era un chico que pudiera tomar una decisión así, por medios propios. También sumaron a las sospechas el hallazgo de su teléfono celular, al que habían reparado días atrás y lo encontraron roto.
El último mensaje, según trascendió, fue durante las primeras horas de la madrugada del pasado lunes. Entonces avisó: “No puedo llegar a Mar del Plata”, según confirmaron los padres.