En el marco del Día de la Industria, la Confederación Sindical de la Industria de la República Argentina (CSIRA) emitió un duro diagnóstico sobre la crítica situación del sector industrial, alertando sobre un «colapso productivo» que deja «poco para festejar».
En un acto que reunió a referentes sindicales como Abel Furlán (UOMRA), Ricardo Pignanelli (SMATA), Héctor Ponce (ATILRA), Hugo Benítez (AOTRA), Agustín Amicone (UTICRA), Héctor Laplace (AOMA), y los diputados Sergio Palazzo y Mario «Paco» Manrique, entre otros, los gremios señalaron que las políticas económicas del actual gobierno han devastado la producción, el empleo y el tejido industrial nacional.

La CSIRA destacó que, en 2024, la producción industrial cayó un 10%, con 15 de las 16 ramas industriales en retroceso. Los datos del primer semestre de 2025 muestran una nueva contracción del 1,6% respecto a diciembre de 2024, con la mayoría de los sectores aún por debajo de los niveles de 2023. A esto se suma el cierre de casi 1.500 empresas manufactureras y más de 1.600 firmas del sector de la construcción desde noviembre de 2023, lo que refleja un deterioro estructural del entramado productivo.
Brutal pérdida de empleos en la industria
Uno de los puntos más alarmantes del diagnóstico es la destrucción de empleo. Desde noviembre de 2023, se perdieron más de 130.000 puestos de trabajo en los sectores de la industria, la construcción y la minería. «Cada fábrica que cierra no solo afecta a los trabajadores directos, sino a toda la cadena productiva, desde proveedores hasta comercios locales», señaló la CSIRA. Además, los gremios denunciaron un aumento de la precarización laboral, con un modelo que fomenta empleos inestables y salarios devaluados.

Salarios en picada y políticas que «expulsan al trabajo argentino»
La devaluación de 2023 dejó a los salarios reales industriales por debajo de los niveles de ese año, agravando la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. En paralelo, las políticas de apertura comercial indiscriminada y el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) fueron señalados como beneficiarios de las importaciones en detrimento de la industria local. «Estamos ante un modelo que expulsa al trabajo argentino y desmantela el desarrollo productivo», afirmaron los referentes sindicales.

La CSIRA, junto a universidades nacionales y legisladores, reclamó políticas activas para reconstruir la industria y proteger el empleo con derechos. Además, convocaron al sector empresarial a trabajar en conjunto por un modelo de desarrollo económico que garantice «salud, educación y paz social». «Es hora de frenar este industricidio y apostar por un país con trabajo digno», concluyeron.