El acto de entrega de los rehenes ocurrió antes de la cumbre en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, donde se formalizó el acuerdo entre Israel y Hamás para poner fin al conflicto.
Allí se congregaron cerca de 20 mandatarios, entre ellos el presidente de EE.UU., Donald Trump, quien impulsó un acuerdo entre ambas partes en las últimas semanas.

Trump se reunió con los rehenes liberados en Tel Aviv este mismo lunes junto al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Luego, el mandatario estadounidense se trasladó a Sharm el Sheij para una cumbre internacional, donde Estados Unidos junto a Egipto, Qatar y Turquía firmaron una declaración como garantes del acuerdo de alto el fuego en Gaza.
A ese acto asistieron otros mandatarios como el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani; el presidente de Egipto, Abdel Fattah al Sisi; el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; el primer ministro británico, Keir Starmer; el primer ministro de Canadá, Mark Carney; el primer ministro de Kuwait, Ahmad Al-Abdullah Al-Sabah; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el canciller de Alemania, Friedrich Merz; el primer ministro de Hungría, Viktor Orban; el presidente de Indonesia, Prabowo Subianto; y el rey Abdalá de Jordania, entre otros.
También estuvo presente el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas.
En el pacto diseñado por el gobierno estadounidense se incluyó la entrega de rehenes por parte de Hamás, pero también la liberación de miles de presos palestinos detenidos por Israel.
En otras fases del plan está contemplado el desarme de Hamás.
Sin embargo, como lo han señalado varios analistas, el plan no deja claros algunos puntos. Por ejemplo, qué entidad controlará la Franja de Gaza luego del fin del conflicto y qué garantías hay de que ambas partes cumplan con lo acordado.


«Queremos el fin de la guerra»
En ambos lados se vivieron escenas de júbilo y alegría por el retorno de las personas que estuvieron retenidas.
Es Israel, miles de personas salieron a las calles a recibir a los secuestrados liberados.
«Bienvenidos a casa», gritaban.
Muchos israelíes también se reunieron en la llamada «Plaza de los Rehenes» en Tel Aviv, el lugar que se convirtió en el centro de encuentro para las familias de las personas secuestradas por Hamás.
Mientras tanto, en Cisjordania, cuando los buses de la Cruz Roja llegaron con los prisioneros palestinos se oyeron gritos de alegría entre las familias reunidas.
Madres y padres lloraron al abrazar a sus seres queridos, mientras otros los cargaban en hombros para celebrar su liberación.
Entre las personas liberadas había reos que cumplían cadena perpetua tras ser condenados por tribunales israelíes por delitos como asesinato.
Algunos presentaban mal estado físico, con heridas visibles. También tenían dificultad para caminar.
Y en Gaza, especialmente en la ciudad de Jan Yunis, la gente hacía un reclamo por el fin del conflicto.
«Lo que la gente quiere ahora es que la guerra termine de una vez por todas», le dijo Abu Omar Saleh a un enviado especial de la BBC.
«Ya estamos hartos de muerte, destrucción y de vivir en tiendas de campaña», sostuvo.

«Ya no están en guerra»
Por su parte, el presidente de EE.UU. se entrevistó en Tel Aviv con Netanyahu y también aprovechó para dirigirse al Parlamento israelí, donde destacó el apoyo de EE.UU., no solo en lograr un acuerdo para el cese al fuego en Gaza sino también al ejército de Israel.
«El primer ministro nos pidió más apoyo militar, que le permitió volver a su ejército más fuerte y poderoso, lo que finalmente condujo a la paz», dijo.
Sin embargo, resaltó que ahora Israel no está en guerra y que hay que asegurar la paz en la región.
«Este es el momento en que todo empezará a cambiar, y a cambiar para mejor», expuso Trump.
Y añadió: «Por fin, no sólo para los israelíes sino también para los palestinos, la larga y dolorosa pesadilla finalmente ha terminado».
Pero a pesar de la celebración por el cese al fuego y la entrega de los rehenes, muchas personas siguen reclamando respuestas a las soluciones definitivas en la región.
De hecho, el discurso de Trump fue interrumpido brevemente cuando un parlamentario de la oposición levantó un papel que decía «Reconozcan a Palestina». Al menos una persona fue escoltada fuera del parlamento.