Nueva encíclica

El Papa Francisco publica este jueves su cuarta encíclica, Dilexit nos, en la que aborda el Amor Humano y Divino del Corazón de Jesucristo. La nueva encíclica de Jorge Bergoglio es la cuarta después de Lumen fidei (29 de junio de 2013), escrita a cuatro manos con Benedicto XVILaudato sì (24 de mayo de 2015) y Fratelli tutti (3 de octubre de 2020).

El teólogo Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto, y sor Antonella Fraccaro, directora general de las Discípulas del Evangelio, se encargaron de presentar la encíclica en la sala de prensa del Vaticano.

Según explicó la agencia católica Aica, “Dilexit nos”, que la cuarta encíclica de Francisco, “recupera la tradición y actualidad del pensamiento” sobre «el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo», invitando “a renovar la devoción auténtica, para no olvidar la ternura de la fe, la alegría de servir y el fervor de la misión”.

El Papa defiende en esta nueva encíclica, la importancia y actualidad de la devoción al Corazón de Jesús, y recuerda la contribución al respecto de los teólogos, de los místicos y de varios Papas, a lo largo de los siglos.

«La devoción al Corazón de Cristo es esencial para nuestra vida cristiana, ya que significa nuestra apertura, llena de fe y adoración, al misterio del amor divino y humano del Señor, hasta el punto de que podemos afirmar, una vez más, que el Sagrado Corazón es un compendio del Evangelio», escribe.

El nombre de la encíclica proviene de un pasaje de la carta de San Pablo a los Romanos (8,37), sobre el amor de Cristo.

El Papa advierte asimismo, en su nueva encíclica, acerca de un «fuerte avance en la secularización», considerando que apunta a «una vida libre de Dios», añadió Aica.

«A esto se suma la multiplicación en la sociedad de diversas formas de religiosidad ,sin referencia a una relación personal con un Dios de amor», escribe Francisco, en su cuarta encíclica.

«En medio de la agitación del mundo actual y de nuestra obsesión por el tiempo libre, el consumo y la distracción, los teléfonos y las redes sociales, nos olvidamos de alimentar nuestra vida con la fuerza de la Eucaristía», lamenta el Papa.

La encíclica, escrita originalmente en español, se publica en la recta final de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, y señala que hay «comunidades y pastores centrados sólo en actividades externas, en reformas estructurales desprovistas de Evangelio, en organizaciones obsesivas, en proyectos, en reflexiones secularizadas, en diversas propuestas presentadas como exigencias que, a veces, se pretenden imponer a todos»

Francisco afirma que sintió la necesidad, con su nuevo documento, de proponer a la Iglesia «una nueva profundización del amor de Cristo, representado en su santo Corazón».

«Allí encontramos todo el Evangelio, allí está sintetizada la verdad en la que creemos, allí está todo lo que adoramos y buscamos en la fe, allí está lo que más necesitamos», escribe.

De acuerdo a Aica, el Papa cuestiona un cristianismo que ha «olvidado la ternura de la fe, la alegría del servicio, el fervor de la misión de persona a persona»

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