La Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA) seccional Mar del Plata expuso la creciente cantidad de quejas y denuncias que viene recibiendo este verano el sindicato por las peleas, amenazas, extorsiones y demás violentos episodios que tienen como protagonistas a algunos cuidacoches, y que afectan a trabajadores y trabajadoras de la gastronomía, vecinos y comerciantes de los corredores gastronómicos en plena temporada de verano.
«Cuidar autos es un trabajo precario pero a la vez honrado. Sabemos que es una salida informal pero digna para muchas personas que no encuentran otra actividad en el mercado formal. Sin embargo, algunos empañan esa tarea hostigando a trabajadores y también a clientes y comerciantes en los corredores gastronómicos, donde las peleas, las amenazas, los rayones de vehículos y la violencia son moneda corriente”, lamentó el secretario general de la organziaciójn gremial que agrupa a los gastronómicos, Pablo Santín.
Al sindicato llegan permanentemente quejas por situaciones de diversa índole en este sentido. Días atrás, por ejemplo, tuvo lugar una salvaje pelea en la puerta de un establecimiento en Avellaneda al 3000, una zona muy frecuentada por la cantidad de locales gastronómicos. Allí, cuidacoches, un repartidor y demás personas se vieron involucradas en un violento episodio que terminó con golpes, un auto destrozado y un herido.
“Es lamentable que por un pequeño grupo de personas que se creen los dueños de la calle, se generen situaciones de violencia que ponen en riesgo a trabajadores gastronómicos, quienes ven estos episidios continuamente y a su vez son amenazados; a muchos les rayan los vehículos, y se generan enfrentamientos que afectan también a clientes, vecinos y comerciantes”, cuestionó Santín.
Más adelante, el dirigente destacó que “muchos cuidacoches de la ciudad ejercen su tarea en forma honesta y educada, ganándose la vida como pueden; pero lamentablemente muchos actúan en el sentido contrario, amedrentando a la gente y empañando la vida cotidiana de los vecinos y trabajadores”.
De todos modos, el secretario general aclaró que “a los cuidacoches no hay que perseguirlos, escracharlos ni revictimizarlos con discursos de odio» sino, en todo caso, «regular mejor la actividad, reforzar la seguridad y generar un ordenamiento en las calles para garantizar condiciones seguras de convivencia, para evitar este tipo de situaciones violentas que afectan a Mar del Plata como ciudad y destino turístico, y empañan uno de sus principales atractivos: la gastronomía y la nocturnidad”.